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El tabaco artesanal es aquel que se comercializa en su forma natural, es decir, la hoja de tabaco o como mucho en formato strips.
En la práctica es una alternativa más para los fumadores, sobre todo para quienes buscan un proceso más natural de la preparación del tabaco.
Realmente no tiene mucha más diferencia para el consumidor que el tabaco para liar de siempre. Tienes que desmenuzarlo o usar una máquina para ello y luego hacerte los cigarrillos como prefieras.
Obviamente, es más natural. El proceso no incluye aditivos ni otros elementos que alteren su composición. De hecho, lo suyo es que llegue al consumidor de forma totalmente ecológica.
Es más, si se llama «tabaco artesanal», en principio debe ser elaborado a mano por los profesionales. Luego te decimos en qué consiste este proceso.
El tabaco artesanal contiene hoja de tabaco. Se puede vender entera o desmenuzada, aunque luego tú siempre tendrás que procurar transformarla en hebras diminutas para liarte tus cigarrillos.
La hoja de tabaco tiene sus propios componentes y, entre ellos, se encuentra la nicotina. Una cosa curiosa es que, dependiendo de la altura de la hoja, el nivel de nicotina es mayor o menor, así como también cambia su aroma o incluso su color.
De hecho, por si no lo sabías, la hoja de tabaco tiene hasta azúcar en su composición. Así que es un producto natural que, como es lógico, lleva sus componentes. Lo que puedes tener seguro es que no incluye elementos artificiales que se hayan añadido más tarde.
Vamos a ver cómo se hace el tabaco artesanal desde dos puntos de vista: el fabricante y el consumidor.
La empresa responsable de hacerte llegar el tabaco artesanal, primero tiene que cultivarla. Ya sabemos que no te estamos descubriendo aquí nada nuevo, pero sí es importante una cosa y es que tanto este cultivo como su posterior secado se hagan de forma totalmente natural.
Cuando el tabaco está listo, se recoge y empaqueta. Ahora bien, que no sea tabaco manufacturado, no significa que se pueda hacer de cualquier manera.
El tabaco no manufacturado también tiene una normativa y unos estándares de calidad que se deben cumplir. Entre ellos, que el producto sea homogéneo, que esté desparasitado y sin polvo.
La empresa se preocupa de todo ello. ¿Y cómo lo hace? Pues cada compañía tiene su método, pero si quiere ser considerado tabaco natural, tendrá que prescindir de cualquier elemento químico o artificial.
Lo mismo con el transporte. Lo suyo es que se haga con la máxima seguridad y con total conservación de las propiedades del tabaco, tanto en sabor como aroma o humedad de la hoja.
Ahora bien, si tú quieres aprovechar tabaco artesanal, debes tener en cuenta que lo que puedes comprar es la hoja de tabaco o el strip, es decir, la materia prima.
Debes quitar los tallos centrales y las venas de la hoja. Con lo que te quede, deberás usar una máquina de picar hoja de tabaco para convertir todo en hebras.
Luego ya solo tienes que liar o entubar tus cigarrillos como prefieras para empezar a disfrutar de tu tabaco natural.