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La inhalación francesa es un truco de fumadores muy vistoso y que tiene su técnica. Si quieres aprender a dominarla, te contamos paso a paso todo lo que tienes que hacer.
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Sigue los siguientes pasos para aprender a hacer la inhalación francesa con el humo del cigarro. ¡La práctica hace al maestro! No tengas prisa y aprende la técnica poco a poco. Antes de que te des cuenta la dominarás a la perfección.
El primer paso para la inhalación francesa es atrapar el humo, ¡sin inhalarlo! Manténlo dentro de la boca sin que llegue a los pulmones. Para conseguirlo, puedes mover la lengua hacia la parte posterior de la boca, de forma que el humo no pueda pasar hacia dentro.
Este paso es importantísimo y, en teoría, muy fácil de hacer. Sin embargo, muchos principiantes en la inhalación francesa no consiguen hacerlo bien a la primera.
Consiste simplemente en abrir lentamente la boca. El reto está en que no debes exhalar ni soplar hacia afuera. Parece simple, pero la costumbre como fumador puede traicionarte y hacer que te equivoques.
Tú deja que el humo salga poco a poco. Si mantienes la lengua en la parte posterior de la boca te será más fácil lograrlo.
¡Comenzamos con la parte técnica! En este paso debes empujar el humo hacia la nariz, es decir, hacia arriba.
Sigue sin exhalar, pega tu labio y mandíbula hacia delante y nota cómo el humo va adquiriendo una dirección ascendente.
La lengua sigue con su papel de «tapón» en la parte posterior de la boca y así debe mantenerse todavía.
Ahora sí, mueve la lengua hacia delante muy lentamente, empujando con ella el resto de humo que quede dentro hacia afuera.
Aquí lo complicado es hacerlo a la velocidad adecuada. Probablemente, al principio lo hagas demasiado deprisa, así que intenta que sea un proceso lo más lento posible. Si no, el humo se disipará antes de tiempo y no podrás finalizar correctamente la inhalación francesa.
Mientras estás haciendo el paso anterior, comienza a inhalar por la nariz, también de forma lenta. Es difícil al principio, pero lo ideal es lograr el equilibrio perfecto a nivel temporal entre el humo que tiras fuera de la boca y el que inhalas por la nariz.
Una forma de lograrlo es actuar como si estuvieras llenando los pulmones de aire con la nariz. Lentamente, sin tener ninguna prisa. El humo irá entrando poco a poco.
El proceso de inhalar por la nariz debe mantenerse hasta que ya no quede humo. Si notas que te sobra en la boca o que no consigues inhalar todo el que queda, exhala el resto y sopla, para que así se vaya lejos o se disipe totalmente.
La inhalación francesa es muy vistosa, pero si se hace correctamente. Por descontado, la práctica es importantísima para dominar la técnica.
Estos consejos también pueden ayudarte a aprenderla más rápido:
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