SMOKING SHOP
Nuestra tienda online ha llegado
DESCUBRE NUESTRAS SUDADERAS, CAMISETAS CON DISEÑOS EXCLUSIVOS Y MUCHO MÁS.
La planta del cannabis procede de la familia Cannabaceae, que está formada por 3 subespecies: índica, sativa y ruderalis. Las dos primeras son las más conocidas y utilizadas, dado que la subespecie ruderalis tiene muy poca concentración de THC.
Ahora bien, aunque coinciden en un alto THC, las diferencias entre índica y sativa son numerosas, sobre todo respecto a dos factores: el clima y el subidón.
Las variedades índicas deben su procedencia sobre todo a la región de Asia Central y del subcontinente Indio. Suelen crecer en zonas montañosas con climas extremos, así que son muy resistentes.
Algunas de las regiones donde hay mayor presencia de esta variedad son Afganistán, India, Nepal, Pakistán o el Tíbet.
Sin embargo, las variedades sativas crecen en mayor medida en climas tropicales, así que su procedencia nos lleva más a Tailandia, el sur de la India o zonas como México y Jamaica.
Crecer en zonas tropicales también incentiva a las variedades sativas a alcanzar una mayor altura y a disfrutar de un desarrollo durante toda la fase de floración que puede llegar a ser un 300% más que su tamaño vegetativo.
Comparando esta diferencia entre índica y sativa, las primeras apenas aumentan su altura entre un 50% y un 100% durante la fase de floración.
Todos estos condicionantes climáticos también afectan al tipo de planta y cogollos obtenidos. Las variedades índicas son más robustas, más compactas, con unos cogollos que destacan por ser pesados y densos. Las variedades sativas, en cambio, tienen un mayor tamaño y sus cogollos están repartidos por las ramas, mientras que en las índicas aparecen en forma de racimos.
Incluso el ritmo de floración es distinto. Las variedades sativas, que disfrutan de una temperatura más o menos estable con 12 horas diarias de luz, como es propio del clima tropical, se toman con más calma su floración, que puede llegar hasta los 90 días.
Ahora bien, las variedades sativas tienen que aprovechar la luz y el calor en cuanto tienen ocasión, así que aceleran el proceso de floración, que puede darse incluso en solamente 45 días.
El otro factor decisivo en las diferencias entre índica y sativa es el efecto que ofrece cada subespecie, algo que lógicamente está relacionado con los porcentajes de CBD y de THC.
Las variedades índicas presentan una mayor concentración de CBD que las sativas, pero un menor porcentaje de THC.
Los efectos son de relajación, alteración de los sentidos e incluso soporíferas si se consumen en grandes cantidades.
Casi al contrario actúan las variedades sativas, que producen un estado de euforia, de creatividad y de tener mucha más energía.
Respecto a las variedades de índica y sativa, lo cierto es que tenemos muchas opciones entre las que elegir. Estas son las más populares de cada una de ellas:
Variedades índicas más famosas:
Variedades sativas más famosas:
Algunas de estas variedades son híbridas y es que, lo mejor de que tanto índicas como sativas sean subespecies de la especie cannabis, es que permiten su cruce sin inconvenientes.